Foto cedida por Conchi.
Como en cualquier casa de familia española, en la nuestra se comían lentejas con cierta frecuencia. Sin embargo, la receta que se describe a continuación tiene la particularidad de ser única, ya que si mal no recuerdo, sólo se preparó una vez en la forma particular que describo a continuación.
Era la época en que Ángel y yo éramos novios, él aprovechaba cualquier ocasión para “pegar la gorra” y comer en casa de los futuros suegros, tanto por la mañana como por la noche (en ese caso solía comer un plato del menú de la mañana).
Un día, se habían cocinado lentejas y encantado dijo que se comería con gusto un platito. Después de unas cuantas cucharadas y cuando fue a hincarle el diente al trozo de chorizo que le había tocado, sacó también la “guitilla y la medalla” ante el asombro del resto de comensales y las disculpas de la cocinera.
Esta es la historia de las lentejas condecoradas, con lo cual os recomiendo que antes de añadir los chorizos tengáis a bien retirar cualquier material no comestible que las acompañe.
Ingredientes
- 300 g Lentejas pardinas (o francesas como les llamaba mamá)
- 2-3 Chorizos de guiso de los que van atados con cuerdecita y llevan (o llevaban) una chapita metálica (supongo que el control de sanidad)
- 1 Cebolla entera
- 2 Patatas troceadas
- 2 Zanahorias troceadas
- 1 Tomate maduro
- 1 Cabeza de ajos entera
- Aceite de oliva
- Sal
- 1 Hoja de laurel
Procedimiento
1. La noche anterior poner las lentejas a remojo.
2. En una olla poner agua (suficiente para cubrir los ingredientes), añadir las lentejas remojadas y todos los demás ingredientes, tal como se han descrito.
3. Cocer a fuego lento hasta que la legumbre esté tierna pero sin deshacerse, si es necesario añadir más agua para que no se sequen.
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