Receta transcrita por Luis.
Fotos cedidas por Luis y Juanjo.
Como anecdotario de esta receta recordaré que viene, al menos que yo sepa,de la abuela de la abuela, aunque adquirieron fama con la bisabuela Luisa.
Nos contaban mamá y las tías que el bisabuelo Samuel tenía una reunión trimestral o semestral (no recuerdo exactamente) con el comité nacional de los procuradores de los tribunales, que terminaba siempre, a petición de los mismos, con todos los miembros del comité comiendo croquetas en su casa de la calle San Bernardo, 13.
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Juanjo |
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Luis |
Ingredientes
- 1L. de leche
- 100gr. de harina de trigo
- Aceite de girasol o mantequilla derretida
- Sal
Opcional
Rellenos
El clásico de la abuela: Jamón serrano y huevo duro picados.
Merluza cocida y gambas.
Morcilla (de cebolla) deshecha.
Bacalao desmigado y cebolla picada pochada, salteados con un poco de colorante alimentario, para que al morder se vea la masa de la croqueta amarillita.
Foie. (probadas en casa de Yolanda Martinez de Lecea)
Chipirones en su tinta picados. (probadas en casa de Yolanda Martinez de Lecea)
Carne de cocido. (en este caso se puede y debe, sustituir 1/3 de la leche por caldo del cocido)
Pollo cocido con ajo picado y perejil. (igual que en el anterior utilizar mezcla de caldo. El ajo picado saltearlo, para que no pase sabor a ajo crudo a la bechamel)
Etc. Etc. Etc.
Procedimiento
1. Poner en un cazo la harina y añadirle el aceite hasta que se forme una bola trabajable, pero no pastosa
ni liquida.
2. Calentar en el cazo
moviendo y deshaciendo la masa, que se irá secando poco a poco,
hasta que empiece a tomar un color café con leche clarito, pero sin
tostarse o quemarse. También se nota que está lista, porque deja de
oler a harina y empieza a oler como a pan (esto es muy importante
para obtener una buena bechamel).
3. Añadir entonces la
leche, sal al gusto, pimienta y nuez moscada.
4. Agitar fuerte en
frío con varillas o con la batidora a velocidad baja, que es lo que
yo hago, para que la harina se disuelva perfectamente en la leche y
no te haga grumos. (como todavía no ha “tirado” por la cocción,
no hay problema de que coja liga).
5. Añadir el relleno y
poner a cocer removiendo lento pero sin parar, con una cuchara de
madera, rascando el fondo a cada rato para que no se queme la
bechamel.
6. Una vez que rompa a hervir, dejar cocer a fuego flojo un
par de minutos más, sin dejar de remover lento, para que termine de
hacerse.
7. Verter en una fuente y
cubrir con film plástico o usar un tupper adecuado con tapa y dejar
reposar en la nevera de un día para otro.
8. Para formar las croquetas
hay que romper la consistencia que ha tomado la bechamel al enfriarse
y volverla a apretar, realizando la forma deseada. Lo tradicional es
mediante dos cucharas soperas, una en cada mano, con las que vas
realizando un movimiento de giro alternativo, a la vez que rascas una
contra otra y aprietas al mismo tiempo (….. toma ya).
La verdad es que, después
de mucho tiempo utilizando este método, me he pasado a la modernidad
y tras gastarme 2 € en el chino del barrio, me he comprado un útil
clásico de hacer bolas de helado, de esos con palanquita para
expulsar la bola, y apretando la masa contra la palma de la otra mano
se obtienen resultados muy satisfactorios (comprar el modelo de bola
más pequeño, para que no os salgan croquetones en vez de croquetas).
9. Las croquetas así
formadas, se envuelven en huevo batido y en pan rallado corrigiendo
con cuidado en estos pasos la forma final de la croqueta, si fuera
necesario.
10. Se fríen en sartén o freidora con aceite de oliva a
190º, lo justo para que cojan el color dorado que se desee. Sacar
con cuidado y colocar sobre papel absorbente, para evitar exceso de
aceite.
Notas
Si no has hecho nunca
croquetas, utiliza las primeras veces 120 gr. de harina por litro
para que la bechamel salga más consistente y fácil de trabajar.
Cuanto menos harina, más fina sale la masa, pero luego para freírlas
sin que se rompan, hay que tener cuidado. Menos de 100 gr. por litro
es para nivel experto.
Prefiero utilizar aceite
de girasol en vez de oliva para la masa de la bechamel pues le da un
sabor más suave.
Aunque se pueden congelar
antes de freírlas y guardarlas para futuro, no lo aconsejo pues
además de cambiarles la textura, suelen dar problemas al freirlas y
se rompen.
P.D: De esta receta está disponible la versión que sigue Tere, dictada por la Abuela en primera persona. Se pondrá a vuestra disposición bajo demanda.